Introducción
Las Guerras Mundiales fueron dos conflictos armados de escala global que se desarrollaron entre 1914 y 1918, y entre 1939 y 1945, respectivamente.
La Primera Guerra Mundial fue un conflicto entre las potencias europeas que se extendió a todo el mundo. La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto aún más grande, que involucró a la mayoría de las naciones del mundo.
Primera Guerra Mundial
La Primera Guerra Mundial, también llamada la Gran Guerra, fue un conflicto militar de carácter mundial, aunque centrado en Europa, que empezó el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918, cuando Alemania aceptó las condiciones del armisticio.
Recibió el calificativo de «mundial» porque se vieron involucradas todas las grandes potencias industriales y militares de la época, divididas en dos alianzas. Por un lado, la Triple Alianza formada por las Potencias Centrales: el Imperio alemán y Austria-Hungría. Italia, que había sido miembro de la Triple Alianza junto a Alemania y Austria-Hungría, no se unió a las Potencias Centrales, pues Austria, en contra de los términos pactados, fue la nación agresora que desencadenó el conflicto
Por otro lado se encontraba la Triple Entente, formada por el Reino Unido, Francia y el Imperio ruso. Ambas alianzas sufrieron cambios y fueron varias las naciones que acabarían ingresando en las filas de uno u otro bando según avanzaba la guerra: Italia, el Imperio del Japón y Estados Unidos se unieron a la Triple Entente, mientras el Imperio otomano y el Reino de Bulgaria se unieron a las Potencias Centrales. Más de 70 millones de militares, de los cuales 60 millones eran europeos, se movilizaron y combatieron en la entonces guerra más grande de la historia.
Hasta antes del comienzo de la Segunda Guerra Mundial, esta guerra era llamada «Gran Guerra» o «Guerra Mundial»,expresión esta última que en Alemania comenzó a utilizarse desde su comienzo (Weltkrieg), aunque solo se generalizó en Francia (Guerre Mondiale) y en el Reino Unido (World War) en la década de 1930, mientras que en Estados Unidos la denominación se impuso a partir de su intervención en 1917, ya que allí se la conocía como «Guerra Europea».
Aunque el imperialismo que venían desarrollando desde hacía décadas las potencias involucradas fue la principal causa subyacente, el detonante del conflicto se produjo el 28 de junio de 1914 en Sarajevo (Bosnia) con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria, a manos de Gavrilo Princip, un joven nacionalista serbio. Este suceso desató una crisis diplomática cuando Austria-Hungría dio un ultimátum al Reino de Serbia y se invocaron las distintas alianzas internacionales forjadas a lo largo de las décadas anteriores. En pocas semanas, todas las grandes potencias europeas estaban en guerra y el conflicto se extendió a muchas otras áreas geográficas.
El 28 de julio, los austrohúngaros iniciaron las hostilidades con el intento de invasión de Serbia. Mientras Rusia se movilizaba, Alemania invadió Bélgica (que se había declarado neutral) y Luxemburgo en su camino a Francia. La violación de la soberanía belga llevó al Reino Unido a declarar la guerra a Alemania. Los alemanes fueron detenidos por los franceses a pocos kilómetros de París, y se inició una guerra de desgaste donde las líneas de trincheras apenas sufrirían variación alguna hasta 1917. Este frente es conocido como frente occidental.
En el frente oriental, el ejército ruso logró algunas victorias frente a los austrohúngaros, pero fueron detenidos por los alemanes en su intento de invadir Prusia Oriental. En noviembre de 1914, el Imperio otomano entró en la guerra, lo que significó la apertura de distintos frentes en el Cáucaso, Mesopotamia y en la península del Sinaí. Italia y Bulgaria se unieron a la guerra en 1915, Rumanía en 1916 y los Estados Unidos en 1917.
Tras años de relativo estancamiento, la guerra empezó su desenlace en marzo de 1917 con la caída del gobierno ruso tras la Revolución de Febrero y la firma de un acuerdo de paz entre la Rusia revolucionaria y las Potencias Centrales después de la Revolución de Octubre, en marzo de 1918. El 3 de noviembre de 1918, el Imperio austrohúngaro firmó un armisticio. Tras una gran ofensiva alemana a principios de 1918 a lo largo de todo el frente occidental, los Aliados hicieron retroceder a los alemanes en una serie de exitosas ofensivas. Alemania, en plena revolución, solicitó un armisticio el 11 de noviembre de 1918, poniendo fin a la guerra con la victoria aliada.
Tras el fin de la guerra, cuatro grandes imperios dejaron de existir: el alemán, el ruso, el austrohúngaro y el otomano. Los Estados sucesores de los dos primeros perdieron una parte importante de sus antiguos territorios, mientras que los dos últimos se desmantelaron. El mapa de Europa y sus fronteras cambiaron por completo y varias naciones se independizaron o se crearon. Al calor de la Primera Guerra Mundial se fraguó la revolución rusa, que concluyó con la creación del primer Estado en la historia autodenominado socialista: la Unión Soviética. Tras seis meses de negociaciones en la Conferencia de Paz de París, el 28 de junio de 1919 los países aliados firmaron el Tratado de Versalles con Alemania, y otros a lo largo del siguiente año con cada una de las potencias derrotadas. Más de nueve millones de combatientes y siete millones de civiles perdieron la vida (el 1 % de la población mundial), una cifra extraordinaria, dada la sofisticación tecnológica e industrial de los beligerantes.
Es el quinto conflicto más mortífero de la historia de la Humanidad.La convulsión que provocó la guerra allanó el camino a grandes cambios políticos, sociales y económicos, con revoluciones de un carácter nunca visto en varias de las naciones involucradas.37 Se fundó la Sociedad de Naciones, con el objetivo de evitar que un conflicto de tal magnitud se repitiese; sin embargo, dos décadas después estalló la Segunda Guerra Mundial.
Entre sus razones se pueden señalar: el alza de los nacionalismos, una cierta debilidad de los Estados democráticos, la humillación sentida por Alemania tras su derrota, las grandes crisis económicas y, sobre todo, el auge del fascismo.
Causas
Desarrollo
Los efectos de la Primera Guerra Mundial sobre la economía son objeto de múltiples polémicas ya que, como todo análisis histórico y económico, está profundamente ligado a la ideología política. En cualquier caso, casi todo el mundo coincide en que ésta ocasionó grandes impactos que marcan el final de una época (hegemonía indiscutible de Europa), y el inicio de una transición hacia un nuevo orden mundial que se consolidaría con la Segunda Guerra Mundial. Muchos autores ven en la Gran Depresión una consecuencia directa de la magnitud de los cambios que se produjeron también las consecuencias qué se presentaron fueron la economía de los países y la falta de alimentos en los países ya qué todos lo invirtieron .
La preparación del conflicto bélico y, especialmente su ejecución, supusieron un incremento de los gastos militares. Las estimaciones elevan la cifra de gastos entre 260.000 y 339.000 millones de dólares de la época.1 Para hacer frente a estos gastos extraordinarios, se recortó el capital.
En el Reino Unido, Alemania y Francia la financiación de las acciones bélicas no fueron cubiertas con los ingresos de carácter ordinario. La gran mayoría de los gobiernos se endeudaron fuertemente, hasta extremos insospechados hasta entonces, recurriendo a campañas propagandísticas de carácter patriótico y se generaron fuertes presiones inflacionistas. La estrategia financiera estaba dirigida hacia la victoria militar que iría seguida por indemnizaciones millonarias de los derrotados.
El tejido productivo se orientó a la producción de armamento, de forma que los bienes de consumo empezaron a ser escasos. Todo tuvo un impacto muy negativo sobre los estratos más pobres de la sociedad, causando numerosas revueltas, como la Revolución rusa.
La Primera Guerra Mundial fue un conflicto armado global que se desarrolló entre 1914 y 1918. El conflicto se inició con el asesinato del archiduque Francisco Fernando de Austria-Hungría por un nacionalista serbio, y se extendió rápidamente a toda Europa, y luego a otras partes del mundo.
El desarrollo de la Primera Guerra Mundial se puede dividir en cuatro fases:
Fase 1: 1914-1915
La primera fase de la guerra se caracterizó por la movilización de las potencias europeas y la rápida expansión del conflicto. En agosto de 1914, Alemania declaró la guerra a Rusia y Francia, y Austria-Hungría declaró la guerra a Rusia y Serbia. El Reino Unido declaró la guerra a Alemania en septiembre de 1914. Durante esta fase, se produjeron las primeras grandes batallas de la guerra, como la batalla de Tannenberg, la batalla de Masuria y la batalla de Verdún.
Fase 2: 1916-1917
La segunda fase de la guerra se caracterizó por una guerra de desgaste en el frente occidental. En 1916, se produjeron las batallas de Somme y Verdún, dos de las batallas más sangrientas de la historia. En 1917, Estados Unidos entró en la guerra, lo que cambió el equilibrio de poder a favor de las potencias aliadas.
Fase 3: 1918
La tercera fase de la guerra se caracterizó por la ofensiva de las potencias aliadas. En 1918, los aliados lanzaron una serie de ofensivas en el frente occidental, que obligaron a las potencias centrales a retroceder. En noviembre de 1918, las potencias centrales se rindieron, poniendo fin a la guerra.
Fase 4: 1919
La cuarta fase de la guerra se caracterizó por el Tratado de Versalles, que puso fin al conflicto. El tratado impuso duras condiciones a Alemania, lo que contribuyó al estallido de la Segunda Guerra Mundial.
La Primera Guerra Mundial tuvo un impacto devastador en el mundo. Se estima que murieron más de 16 millones de personas, y la guerra causó un gran daño material. La guerra también tuvo un impacto significativo en la política mundial. El imperio austrohúngaro, el imperio otomano y el imperio ruso se desintegraron, y se crearon nuevas naciones, como Polonia, Checoslovaquia y Yugoslavia. La Primera Guerra Mundial también condujo al surgimiento de los Estados Unidos como una potencia mundial.
Postguerra de la Primera Guerra Mundial
La postguerra de la Primera Guerra Mundial vio un cambio político, cultural, económico y social drástico en Europa, Asia, África e incluso en áreas fuera de las que estaban directamente involucradas. Cuatro imperios se derrumbaron debido a la guerra, se abolieron países antiguos, se formaron nuevos, se volvieron a trazar los límites, se establecieron organizaciones internacionales y muchas ideologías nuevas y antiguas se afianzaron en las mentes de las personas.
La Primera Guerra Mundial también tuvo el efecto de llevar la transformación política a la mayoría de los principales países involucrados en el conflicto, transformándolos en democracias electorales al traer sufragio casi universal por primera vez en la historia, como en Alemania (elección federal alemana de 1919), Gran Bretaña (elección general del Reino Unido de 1918) y Turquía (elección general turca de 1923), así como el inicio de la incorporación de la mujer en la fuerza laboral.
Situaciones principales
Después de la Conferencia de Paz de París de 1919, la firma del Tratado de Versalles el 28 de junio de 1919, entre Alemania por un lado y Francia, Italia, Gran Bretaña y otras potencias aliadas menores por el otro, puso fin oficialmente a la guerra entre esos países. En los 440 artículos del Tratado de Versalles se incluyeron las demandas de que Alemania acepte oficialmente la responsabilidad de comenzar la guerra, pierda su imperio colonial y pague reparaciones económicas. Así mismo, se fundó la Sociedad de Naciones como una organización que ayude a resolver los conflictos entre naciones.
Sin embargo, el tratado contó con una fuerte oposición en Alemania. Durante años, los alemanes estuvieron limitados por estas sanciones, además de que se hizo popular una leyenda llamada “Puñalada por la espalda”, que consistía en un relato del estado psicológico en el que se hallaba la población alemana tras la guerra. Esta teoría sostenía la creencia de que Alemania no perdió la guerra por dificultades militares, sino por el enemigo interior, es decir, los izquierdistas y los judíos. Todo ello desestabilizó el sistema, factor que alimentó el resentimiento contra los países vencedores (Francia, Reino Unido, Estados Unidos) y facilitó el crecimiento del nazismo, cuya aparición dio pie a la Segunda Guerra Mundial.
Los historiadores continúan discutiendo sobre el impacto que tuvo la pandemia de gripe de 1918 en el resultado de la guerra. Se ha postulado que los poderes centrales pueden haber estado expuestos a la onda viral antes que los aliados. Las bajas resultantes tuvieron un mayor efecto, habiendo ocurrido durante la guerra, a diferencia de los aliados que sufrieron la peor parte de la pandemia después del Armisticio. Cuando se dio cuenta del alcance de la epidemia, los respectivos programas de censura de los Aliados y las Potencias Centrales limitaron el conocimiento del público sobre el verdadero alcance de la enfermedad. Como España era neutral, sus medios de comunicación eran libres de informar sobre la gripe, dando la impresión de que comenzó allí.
Este malentendido condujo a informes contemporáneos que lo denominaron "gripe española". Se desconoce el número exacto de muertes, pero se estima que alrededor de 50 millones de personas murieron a causa del brote de influenza en todo el mundo.
La disolución de los imperios alemán, ruso, austrohúngaro y otomano creó una serie de nuevos países en Europa oriental y Oriente Medio. Algunos de ellos, como Checoslovaquia y Polonia, tenían minorías étnicas sustanciales que a veces no estaban completamente satisfechas con los nuevos límites que los separaban de sus compañeros étnicos. Una consecuencia de la redefinición masiva de las fronteras y los cambios políticos posteriores a la guerra fue la gran cantidad de refugiados europeos, ya que el conflicto y los acontecimientos geopolíticos posteriores obligaron a poblaciones enteras a abandonar sus lugares habituales de residencia rumbo a territorios más seguros.
Estos y los refugiados de la guerra civil rusa llevaron a la creación del pasaporte Nansen. Una ola revolucionaria de extrema izquierda y a menudo explícitamente comunista ocurrió en varios países europeos en 1917-1920, especialmente en Alemania y Hungría. El evento más importante precipitado por las privaciones de la Primera Guerra Mundial fue la Revolución Rusa de 1917
La guerra marcó el surgimiento de Estados Unidos como una potencia militar y económica. Sin embargo, el alto costo humano de la guerra hizo que el gobierno estadounidense adoptara una política de aislacionismo a nivel de política exterior, lo que contribuyó al fracaso de la Sociedad de Naciones. Se supone comúnmente que las experiencias de la guerra en el oeste han llevado a una especie de trauma nacional colectivo para todos los países participantes. El optimismo de 1900 desapareció por completo y los que lucharon se convirtieron en lo que se conoce como "la generación perdida" porque nunca se recuperaron por completo de su sufrimiento. Durante los años siguientes, gran parte de Europa se lamentó en privado y en público. Se erigieron monumentos en miles de pueblos y ciudades.
Segunda Guerra Mundial
La Segunda Guerra Mundial (también escrito II Guerra Mundial)fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945. En ella se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo —incluidas todas las grandes potencias, así como prácticamente todas las naciones europeas— agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los Aliados, por un lado, y las Potencias del Eje, por otro. Fue la mayor contienda bélica de la historia, con más de 100 millones de militares movilizados y un estado de guerra total en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme repercusión que incluyeron la muerte masiva de civiles (el Holocausto, los bombardeos masivos sobre ciudades y el uso, por primera vez en un conflicto bélico, de armas nucleares), la Segunda Guerra Mundial fue la más mortífera de la historia, con un resultado de entre 50 y 70 millones de víctimas, el 2,5 % de la población mundial.
El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de septiembre de 1939, con la invasión alemana de Polonia, cuando Hitler se decidió a la incorporación de una de sus reivindicaciones expansionistas más delicadas: El Corredor Polaco, que implicaba la invasión de la mitad occidental de Polonia; la mitad oriental, junto con Estonia, Letonia y Lituania fue ocupada por la Unión Soviética, mientras que Finlandia logró mantener su independencia de los soviéticos (guerra de Invierno).
El Reino Unido y Francia le declararon la guerra a Alemania, que esperaban como una repetición de la guerra de trincheras («guerra de mentira») para la que habían tomado toda clase de precauciones (línea Maginot) que demostraron ser del todo inútiles. Las maniobras espectaculares de la blitzkrieg ("guerra relámpago") proporcionaron en pocos meses a Alemania el control de Noruega, Dinamarca, Países Bajos, Bélgica y la propia Francia, mientras que el ejército británico escapaba in extremis desde las playas de Dunkerque durante la batalla de Francia. La mayor parte del continente europeo estaba ocupado por el ejército alemán o por sus aliados, entre los que destacaba la Italia fascista, cuya aportación militar no fue muy significativa (batalla de los Alpes, guerra greco-italiana).
La batalla de Inglaterra, la primera completamente aérea de la historia, mantuvo durante el periodo siguiente la presión sobre el nuevo gobierno de Winston Churchill, decidido a la resistencia («sangre, sudor y lágrimas») y que finalmente venció, entre otras cosas gracias a una innovación tecnológica (el radar) y al decisivo apoyo estadounidense, que negoció en varias entrevistas con Franklin D. Roosevelt (Carta del Atlántico, 14 de agosto de 1941).
En 1941, la necesidad estratégica de ocupar los campos petrolíferos del Cáucaso impulsó a Alemania a invadir la Unión Soviética (operación Barbarroja), inicialmente exitosa, pero que se estancó en la batalla de Moscú y los sitios de Leningrado y Stalingrado. Al mismo tiempo, Japón, en su campaña de expansión por Asia y en venganza por el embargo económico que el gobierno estadounidense les había impuesto, atacó Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941; la agresión precipitó la entrada de Estados Unidos en la guerra.
Pocos meses después, la batalla de Midway (en julio de 1942) marcaría un punto de inflexión en la guerra del Pacífico ante el debilitamiento de la capacidad de combate japonesa frente a los estadounidenses. En el norte de África, los británicos frenaron el avance de los Afrika Korps alemanes desde Libia hacia Egipto en la batalla de El Alamein (1942), después de la invasión italiana al canal de Suez (1940).
El periodo final de la guerra se caracterizó por las complejas operaciones necesarias para los desembarcos aliados en Europa (Sicilia, en julio de 1943; Anzio, en enero de 1944; Normandía, en junio de 1944) y por el hundimiento del frente oriental, en el que se libraron las operaciones con tanques más encarnizadas de la historia (batalla de Kursk, especialmente en Prójorovka, julio de 1943), mientras en el frente occidental los alemanes experimentaban armas tecnológicamente muy desarrolladas (misiles V-1 y V-2) y soportaban bombardeos destructivos sobre sus ciudades a una escala nunca antes vista (bombardeo de Dresde, en febrero de 1945) y la destrucción total de su capital (batalla de Berlín, entre abril y mayo de 1945).
En el frente del Pacífico, los estadounidenses tuvieron que desalojar isla a isla a los japoneses, tanto en el sur del Pacífico (Guadalcanal, en agosto de 1942) como en Filipinas (Manila, en febrero de 1945); tras librar las mayores batallas navales de la historia (batalla del Mar del Coral, en mayo de 1942; batalla de Midway, en junio de 1942; batalla del Golfo de Leyte, en octubre de 1944), alcanzaron tierras niponas (Iwo Jima, en febrero de 1945 y Okinawa, en abril de 1945). En agosto de 1945, el presidente de Estados Unidos, Harry S. Truman ordenó bombardear con las recién inventadas armas nucleares las ciudades de Hiroshima y Nagasaki.
La devastación causada por el ataque, que a la larga se cobraría la vida de 250 000 personas, precipitó la capitulación de Japón. A diferencia de la Primera Guerra Mundial, la rendición (tanto la japonesa como la alemana) se produjo por derrota incondicional, sin pasar por ningún tipo de negociación. Las conversaciones decisivas fueron las que plantearon la división de Europa en zonas de influencia entre los aliados, y que se negociaron en sucesivas cumbres (conferencia de Teherán, el 1 de diciembre de 1943; conferencia de Yalta, en febrero de 1945; y conferencia de Potsdam, en julio de 1945).
La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas y la estructura social del mundo. Tras la conflagración, se fundó la Organización de las Naciones Unidas con el fin de fomentar la cooperación internacional y de prevenir potenciales conflictos. La Unión Soviética y Estados Unidos se erigieron como superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría, que se prolongó durante los siguientes 46 años. Al mismo tiempo, la influencia de las grandes potencias europeas entró en decadencia, materializada en el inicio de la descolonización de Asia y África. La mayoría de los países cuyas industrias habían sido perjudicadas abordaron la recuperación económica con la ayuda financiera del país americano (plan Marshall), mientras que la integración política emergía como un esfuerzo para establecer las relaciones de posguerra.
Cronología
En general se considera que la guerra comenzó en Europa el 1 de septiembre de 1939 con la invasión alemana de Polonia, que provocó la declaración de guerra de Reino Unido y Francia a Alemania dos días después, seguida por la invasión soviética de Polonia el 17 de septiembre de 1939. Las fechas de inicio de las hostilidades en la zona del océano Pacífico son varias y anteriores en el tiempo: La segunda guerra chino-japonesa que comenzó el 7 de julio de 1937 o incluso la invasión japonesa de Manchuria a partir del 19 de septiembre de 1931.
Otros coinciden con el historiador británico A. J. P. Taylor, que sostenía que la guerra chino-japonesa y la guerra en Europa y sus colonias ocurrieron simultáneamente y ambas se desataron en 1941. Otra fecha de inicio a veces usada para la Segunda Guerra Mundial es la invasión italiana de Etiopía desde el 3 de octubre de 1935.
El también historiador Antony Beevor opina que la conflagración comenzó con la batalla de Jaljin Gol entre Japón y las fuerzas de Mongolia y la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), de mayo a septiembre de 1939. En este artículo se seguirá la datación convencional.
La fecha exacta del fin de la guerra tampoco tiene un consenso universal. Generalmente se ha aceptado que el conflicto terminó con el armisticio japonés del 14 de agosto de 1945, en lugar de la rendición formal de Japón, que se produjo el 2 de septiembre y que puso final definitivo a las hostilidades en Asia. En 1951 se firmó un tratado de paz con Japón.
Décadas después, en 1990, un tratado sobre el futuro de Alemania permitió la reunificación del país y resolvió muchos de los problemas de la posguerra en Europa.Japón y la URSS no firmaron nunca un tratado de paz formal.
Consecuencias
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Muertes:
Se estima que murieron más de 60 millones de personas en la Segunda Guerra Mundial, incluyendo a más de 6 millones de judíos en el Holocausto.Daños materiales:
La guerra causó un gran daño material en todo el mundo. Se estima que se destruyeron más de 100 millones de edificios, y que se produjeron más de 100 millones de heridos.Desplazamientos:
Se estima que más de 60 millones de personas fueron desplazadas de sus hogares durante la guerra.Cambios políticos:
La Segunda Guerra Mundial condujo al surgimiento de dos superpotencias, los Estados Unidos y la Unión Soviética.Cambios económicos:
La Segunda Guerra Mundial causó una gran destrucción económica en todo el mundo.Cambios sociales:
Segunda Guerra Mundial tuvo un profundo impacto en la sociedad.
La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto armado global que se desarrolló entre 1939 y 1945. El conflicto involucró a la mayoría de las naciones del mundo, incluyendo a todas las grandes potencias, y fue el más mortífero en la historia de la humanidad. Las consecuencias de la Segunda Guerra Mundial fueron profundas y duraderas. Se pueden dividir en tres categorías principales:
Consecuencias políticas La Segunda Guerra Mundial condujo al surgimiento de dos superpotencias, los Estados Unidos y la Unión Soviética. Estas dos potencias se enfrentaron en la Guerra Fría, un conflicto ideológico que duró más de 40 años. La Segunda Guerra Mundial también condujo a la descolonización de Asia y África. Los países colonizados aprovecharon la debilidad de las potencias europeas para declarar su independencia.
Consecuencias económicas:La Segunda Guerra Mundial causó una gran destrucción económica en todo el mundo. Los países europeos, que habían sido las principales potencias económicas antes de la guerra, quedaron devastados. La Segunda Guerra Mundial también condujo al desarrollo de nuevas tecnologías, como la bomba atómica y los cohetes. Estas tecnologías tuvieron un impacto significativo en el desarrollo de la guerra fría.
Consecuencias sociales La Segunda Guerra Mundial tuvo un profundo impacto en la sociedad. La guerra provocó el desplazamiento de millones de personas, y la muerte de millones de civiles. La Segunda Guerra Mundial también condujo al desarrollo de nuevos movimientos sociales, como el movimiento por los derechos civiles y el movimiento feminista.
A continuación, se describen algunas de las consecuencias específicas de la Segunda Guerra Mundial:
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